Publicación por Julio Valenzuela, profesor del programa Lean Service Green Belt y Black Belt, CES
Hoy es bastante común escuchar hablar de transformaciones culturales en las empresas, que requieren objetivos claros, infraestructura adecuada y modelos de trabajo definidos, pero que si no cuentan con equipos humanos comprometidos, empoderados, reconocidos y por sobre todo entrenados, tendrán un alto riesgo de fracaso en la búsqueda dicha transformación.
Para lograr estas transformaciones es necesario, sí o sí, entrar al mundo de los indicadores (KPIs), que permiten establecer puntos de referencia para lograr cumplir con los requerimientos de los clientes. Hoy en día la mayoría de las empresas cuenta con algún tipo de indicador, que les permite en diferentes áreas reconocer comportamientos de calidad, cumplimiento, lead time o satisfacción de clientes, entre otros. Dichos Indicadores son el resultado de la recolección de datos de variables de entrada, que independiente de la forma de recolección (automática o manual) permiten registrar el comportamiento de un proceso.
Sin distinción rubros como la manufactura, el Servicio o la minería, se ven enfrentados a dificultades a la hora de trabajar los datos recolectados, ya sea porque no cuenta con las herramientas suficientes que les permiten validar su calidad, como tampoco con la habilidad y conocimientos para interpretar su comportamiento presente o futuro.
Para lograr enfrentar estas dificultades las empresas buscan a profesionales que además de impulsar la excelencia operacional, tengan conocimientos en la exploración y análisis de datos. Perfil que cualquier profesional puede adquirir con estudios de Six Sigma nivel Black Belt.
Ser un Black Belt Six Sigma significa, entre otras cosas:
Entender y aplicar herramientas sofisticadas para la práctica de la Mejora Continua.
Ser un traductor de los datos que describen el comportamiento de un proceso, para tomar decisiones oportunamente, con argumentos sólidos y dejando fuera las especulaciones.
Ser capaz de observar un proceso de forma holística, vale decir desde un alto nivel, pero también comprender que está ocurriendo en la operación.
Transformar los CCR (Critical Customer Requirement) en estándares para un producto o servicio.
Ser capaz de conectar la VOC (Voice Of Customer) con la VOP (Voice of Process).
Tener la capacidad de evaluar, mantener y mejorar la calidad de los datos que representan el comportamiento de un proceso.
Tomar conciencia de los CTQ (Critical To Quality).
Ser capaz de establecer un modelo matemático para pronosticar el comportamiento de un KPI.
Reconocer las variables de entrada vitales que impactan un KPI.
Colocar la estadística al servicio de la mejora continua de cualquier proceso.
Si estás interesado en salir de la obsolescencia del conocimiento, en querer ser parte de los actuales agentes de cambio que buscan las empresas o simplemente a diferenciarte con tus pares, infórmate acerca de la Certificación Black Belt Six Sigma que imparte el CES en este link.
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