Escrito por: Alexis Brantes
En esta cuarta revisión de Modelos teóricos en la disciplina del Diseño y las Emociones…
Nos acercaremos a los estudios empíricos, al trabajo de las Doctoras Anat Rafaeli e Iris Vilnai-Yavetz, quienes realizaron una investigación en Technion—Israel Institute of Technology. Su investigación aborda la emoción en tres dimensiones para analizarlas como una conexión con los artefactos físicos y las organizaciones, donde documentan la emoción como una percepción integral que hace sentido a las partes interesadas dentro de un artefacto organizacional. Su análisis demuestra que estas tres dimensiones que hacen sentido incluyen la emoción no solicitada (o inesperada), tanto para el artefacto, como para la organización.
Dra. Anat Rafaeli es Ph.D. en Psicología Industrial y Organizacional en la Universidad del Estado de Ohio. Ha trabajado en la Universidad de Stanford (Departamento de Ingeniería Industrial), en 1985 se une a la facultad de la escuela de administración de negocios de la Universidad Hebrea de Jerusalem, donde es jefa del programa de conducta organizacional. ( Ver perfil)
Dra. Iris Vilnai-Yavetz es Ph. D, Technion 2002. Sus áreas de investigación se centran en los servicios, investigación de marketing, psicología ambiental, diseño de ambientes de servicio/trabajo, e-commerce, conducta del consumidor, psicología social, psicología d ella conducta organizacional y el espectro emocional. ( Ver perfil)
Rafaeli y Vilnai-Yavetz: Emotion as a Connection of Physical Artifacts and Organizations (2004)
Estas profesionales realizaron un estudio empírico para determinar cómo los productos evocaban emociones en los seres humanos por medio de una relación establecida. Ellas entrevistaron a un grupo de expertos con el fin de descifrar los mecanismos más comunes que utilizan para evocar las emociones buscadas. El resultado fue la identificación de tres factores que explican el fenómeno.
Su investigación documenta el cómo la emoción participa en la fabricación del sentido entorno a un artefacto clave de la organización, la demostración de emoción hacia artefactos se mezcla con la emoción hacia la organización.
Múltiples participantes fueron entrevistados sobre un artefacto de una gran organización de transporte público. La capacidad de hacer sentido del artefacto para implicar la emoción en las interpretaciones que consideran tres dimensiones de la instrumentalidad del artefacto, la estética, y el simbolismo. La Instrumentalización se relaciona con las tareas que el artefacto ayuda a concretar, la estética es la reacción sensorial del artefacto, y el simbolismo considera asociaciones que el artefacto obtiene.
Las tres dimensiones del diseño:
1. Dimensión Instrumental: En este punto se refieren a la función práctica del producto. En su estudio describen que los autobuses de Israel cambiaron de color, ahora son de color verde. Desde el punto de vista instrumental los expertos mencionaban que el verde no era el mejor porque no generaba suficiente contraste en la noche y por lo tanto no era fácil ver los autobuses.
2. Dimensión Estética: Esta dimensión apunta a los gustos de las personas. El argumento en el caso antes mencionado, se refiere al tono de verde seleccionado. Los expertos mencionaban que simplemente es desagradable.
3. Dimensión Simbólica: Se refiere a lo que comunica el objeto y las asociaciones que asignan las personas. Los expertos mencionaban que el color verde es un símbolo ambientalista y quizá esa fue una de las razones que consideraron las autoridades para seleccionar ese color. El verde también puede estar asociado a otros aspectos, como la guerra, por el color del uniforme de los soldados.
Lo que hace sentido de los artefactos organizacionales
Los artefactos físicos son señales en el entorno social y físico en el cual la gente funciona, y es allí -probablemente como llamado- el proceso que hace sentido. Los artefactos proveen a la gente de puntos de referencia y pueden ser vistos como “semillas” que evocan interpretaciones abiertas. El acto que hace sentido es inspirado en algo sereno gracias a las supuestas cualidades objetivas de un artefacto -por ejemplo, por su tamaño o color- pero son las personas quienes tienen la perspectiva en cuanto al cómo ellos aprecian estas cualidades y por lo tanto, pueden no coincidir en el cómo ellos interpretan el mismo artefacto físico.
La distinción entre lo que un artefacto “es” y cómo “es interpretado” es raras veces reconocida, pese a eso, la interpretación de un artefacto es crítico para las organizaciones, independientemente de presumibles “cualidades objetivas”. El acto que hace sentido de los artefactos, por lo tanto, tiene que ser considerada independientemente de las cualidades objetivas o intencionadas.
Aplicación: Es importante reconocer el valor de la emoción en servicios tangibles y cómo las sociedades van formando y condicionando las percepciones locales de estas manifestaciones. Estas tres dimensiones pueden ser aplicadas en contextos múltiples y nos facilitan evaluar el impacto emocional de los servicios. Lo que aportan es una buena base que nos abre la posibilidad de cuantificar las experiencias, lo que es interesante de aplicar en Diseño de Servicios, mejora de canales y nos permite establecer un nuevo puente entre el Affective Computing y las estrategias UX / CEM.
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