Escrito por: Alexis Brantes
Continuando con la revisión de Modelos teóricos en la disciplina del Diseño y las Emociones…
En esta tercera sesión dedicada a hablar sobre la emoción en el diseño abordaremos a Donald A. Norman, quien probablemente es el más reconocido autor de la disciplina y quien ha popularizado más el tema en el mundo, llevándolo a áreas más masivas no precisamente vinculadas a la investigación en psicología cognitiva, HCI o HRI.
Donald A. Norman es profesor emérito de ciencia cognitiva en la University of California, San Diego y profesor de Ciencias de la Computación en la Northwestern University, pero hoy en día trabaja principalmente con la ciencia cognitiva en el dominio de la ingeniería de la usabilidad. También enseña en Stanford University.
Autor de libros notables como User Centered System Design: New Perspectives on Human-Computer Interaction (1986, editor en colaboración con Stephen Draper), The Invisible Computer (1999), Emotional Design (2004) y The Design of Future Things (2007) entre otros, Don Norman ha tomado un rol importante en el mundo de la Experiencia de Usuario, Usabilidad e Ingeniería, en especial luego de Co-fundar Nielsen Norman Group, un grupo de consultores dedicados a la usabilidad.
Don Norman plantea que existen tres niveles en el diseño, los cuales responden al factor Visceral, Contactual y Reflexive, donde cada uno de estos niveles representa un diferente tipo de procesamiento. Con el tiempo se ha asociado a estos tres niveles directamente con el diseño y la emoción, siendo el primer punto que muchos profesionales, atraídos por el concepto, llegan a descubrir al buscar Emotional Design.
“User-Centered design significa trabajar con tus usuarios durante todo el proyecto”
Los tres niveles del diseño según Don Norman:
Norman enfatiza la importancia de diseñar para respuestas emocionales positivas; argumentando que es una consideración de igual importancia que la experiencia interactiva, como lo es la usabilidad. El nivel secundario -central- del modelo de Norman es enfoca en el procesamiento conductual, ya que éste nivel es responsable del procesamiento de la mayoría de nuestras acciones del día a día, como hacer comida o beber, viajar (ejemplo: mandar, viajar, ciclismo, etc), y escribir.
I. Visceral (Visceral): Es sobre la Apariencia (Aceptación o Rechazo). Provoca la sensación “Lo quiero”, “Lo necesito” y resulta inexplicable a nivel racional (Subconsciente). Es un nivel pre-consciente, anterior al pensamiento. Se centra en la apariencia externa de las cosas, nos permite formar las primeras impresiones sobre el funcionamiento, credibilidad y valor de lo que tenemos en frente.
II. Conductual (Behavioural): Trata sobre el Placer y Efectividad de Uso (Evaluamos el aspecto funcional del diseño, la calidad de uso, la performance). ¿Es coherente con las expectativas generadas? Tal vez se debe a la dominancia del proceso cognitivo en los humanos, el nivel conductual domina la atención y el esfuerzo por parte de los diseñadores. Pero al ocuparse de este aspecto, de alguna forma, que al enfocarnos en lo conductual, estamos sub-valorando o ignorando el aspecto emocional en el diseño. Muchas de nuestras experiencias emocionales son el resultado directo de qué tan exitosas, disfrutables o eficientes han sido nuestras interacciones con los productos a los que nos enfrentamos día a día. Por ejemplo, si tengo un control remoto de TV que es atractivo a nivel visceral, pero que al utilizarlo experimenta un considerable retraso entre el acto de presionar el botón y la acción que debiera mostrar en pantalla, podría provocar que me aburra fácilmente y busque alternativas.
III. Reflexivo (Reflective): Habla sobre la Auto-imagen, Satisfacción Personal, Recuerdos. Involucra lo emotivo, el orgullo, la satisfacción y la carga de sensaciones, e incluso los valores que una persona otorga a esto. El proceso reflexivo es el único que se realiza de manera consciente. Este proceso envuelve el procesamiento activo, mientras es contrastado en el cómo se relaciona con la personalidad de la persona que realiza la evaluación, toma relación el ambiente y el cómo su respuesta nos afecta. Esta relacionado al cómo los usuarios racionalizan e intelectualizan un producto de acuerdo a un factor altamente personal y subjetivo. En este nivel es válido preguntarse cómo un producto se ajusta a la auto-imagen del usuario, si tiene un reflejo positivo o negativo, si el usuario es capaz de relacionarlo a historias o si es capaz de conectar con otras personas por medio de este producto.
Estos conceptos ofrecen una nueva perspectiva a ser considerados en los procesos de diseño. Enfatizan la importancia de la emoción en la experiencia de usuario; prestando más atención al cómo se siente el usuario al interactuar con un producto, como un opuesto a las consideraciones de la usabilidad, donde domina nuestro pensamiento crítico y lógico.
Debes conocer a tus usuarios Esencialmente si estamos diseñando para la capa reflexiva, debemos enfocarnos en lo que el producto significa para el usuario, podemos agregar actitudes que tengan significado para el usuario al producto, mensajes degustables. Elementos que permitan provocar una respuesta emocional, desde este punto es más fácil trabajar e influir en los procesos cognitivos más profundos. Debemos recordar que los procesos viscerales y conductuales son inconscientes y se activan por aspectos de los que no tenemos un control absoluto. Si podemos primero apelar al nivel cognitivo (proceso consciente), será más simple adentrarnos a las conductas inconscientes del usuario.
Don Norman es parte del Interaction Design Foundation, fundación que tiene por objetivo legitimar el conocimiento en diseño avanzado en todo el mundo. Puedes conocer su trabajo como miembro en la Fundación
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